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La desnacionalización en el día de la dignidad nacional

  • Foto del escritor: Alex Spichiger
    Alex Spichiger
  • 11 jul 2017
  • 6 Min. de lectura

El desprendimiento de activos importantes en manos de CODELCO y ENAMI, dos empresas del Estado de activos estratégicos y la falta de cautela de intereses estratégicos, son aspectos importantes que inciden en la pérdida de riqueza que en algún momento estuvo en manos del Estado y que hoy dejan a CODELCO con un 30% de la producción de cobre y a las empresas privadas con el 70%, algo que es necesario recordar en la celebración del aniversario 46 de la Nacionalización del Cobre declarada el 11 de julio de 1971 en el Gobierno del Presidente Salvador Allende Gossens.

Diversificar el riesgo, limitar la responsabilidad y apalancamiento del capital estos son los principales motivos para dividir una empresa en distintas unidades como las filiales y constituye un ejercicio de lo más común en la mayoría de las empresas transnacionales que solo responden a la generación de mayor riqueza.

Lo cierto es que al menos históricamente para la Corporación se ha traducido en una serie de ventas de activos y el papel de las filiales solo viene a facilitar la venta “por partes”, un hecho que viene ocurriendo desde largo tiempo en CODELCO y que formó parte de la oleada privatizadora provocada durante la dictadura de Pinochet que enajenó activos del Estado de Chile para cederlos a precios ridículos a la empresa privada.

Las ventas de activos se han traducido en pérdidas en la competitividad y futuro desarrollo de la cuprífera, cuya principal meta es la entrega de excedentes, hipotecando progresivamente a la compañía y provocando su endeudamiento cada vez mas creciente y que alcanza los 14 mil millones de dólares. Asimismo la venta de yacimientos que eran de propiedad del Estado sugieren una merma en la riqueza que es capaz de recaudar nuestro país.

Se puede comenzar el relato de esta historia con la venta de la empresa generadora eléctrica EDELNOR, de propiedad CODELCO en un 40%, que bajo las decisiones del en ese entonces recientemente estrenado Gobierno Corporativo, decidió vender a privados su parte.

En el 2001 Edelnor acarreaba una deuda por US$ 340 millones.El grupo de inversiones FS, de Fernando del Sol pagó US$ 5 millones a la empresa norteamericana Mirant, por el 82% de la firma.

Una de sus primeras medidas fue vender a la belga Tractebel -hoy GDF Suez- una opción por ese porcentaje, renovable mes a mes. Mientras tanto, inversiones FS, se puso a elaborar un plan de salvataje. En ese camino, se encontró con que dos acreedores, el UBS y el Bank of America, no podían votar en un posible convenio judicial preventivo en Chile, porque para eso requerían del 100% de aprobación de sus tenedores de bonos, la mayoría estadounidenses, según consiga una nota de La Tercera.

Este problema le dio la clave de la solución: sometería a la empresa al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras en EEUU, lo que le permitiría reorganizar la firma. Finalmente, en 2002 logró que los tenedores de bonos de Edelnor aprobaran su fórmula y en noviembre de ese año pudo vender la empresa a Inversiones Mejillones, de Suez y CODELCO.

Pasaba a la quiebra aun cuando al poco andar se valorizaría a la empresa generadora en US$2.623 y significaba el 49% del Sistema Interconectado del Norte Grande (Sing), con 2.080 kilómetros de líneas de transmisión, y se convertía por aquellos años—2011- en el cuarto operador a nivel local por capacidad instalada.

La incapacidad de mantener este activo -a todas luces estratégico- en manos de CODELCO se trató de a todas luces una negligencia o un buen negocio a corto plazo pero muy malo en el largo al desprenderse de una generadora que hubiese tenido por aquel entonces un impacto positivo en el valor de la electricidad y hubiese significado allanar el camino para otros proyectos mineros o bien contribuir a bajar el costo total en el energía en el distrito minero del norte.

Podría haber significado que al día de hoy en vez de de comprar energía cara, CODELCO podría ejercer la economía de escala e incluso vender energía a las compañías mineras que desarrollan sus faenas en el distrito norte.

Las filiales de CODELCO

CODELCO al día de hoy registra 37 filiales, algunas de ellas con el desarrollo de importantes innovaciones tecnológicas, como es el caso de Biosigma, que ha desarrollado investigación y proyectos pilotos de biolixiviación, un proceso en el cual hay organismos que son capaces de separar el cobre de minerales indeseados.

También se destaca la filial MolyB, que se encarga de procesar el molibdeno que por naturaleza viene “adherido” al cobre y permite la comercialización del subproducto.

Y así, podríamos referirnos a la miríada de filiales que ha conformado CODELCO para desarrollar distintas líneas que permiten diversificar el negocio.

Sin embargo, el punto negro de las filiales es que al separar en distintas unidades de negocios permite la inversión de la empresa privada, lo que puede significar una formula perfecta para vender partes de la CODELCO.

Al participar con recursos, las filiales mantienen un interés y los desarrollos de patentes de innovaciones también son compartidos, por lo que empresas privadas tienen la posibilidad de hacer con CODELCO un campo de pruebas.

No obstante, este puede no ser el único modelo para desarrollar innovación, ya que en la década del 70 se desarrollaron investigaciones que culminaron en 1974 con la construcción del reactor Piloto de El Teniente. Un avance tecnológico desarrollado por CODELCO y cuya patente exportaría a otros países en la década del 80.

Desde Manos del Estado a los privados

En 1978, la Empresa Nacional de Minería era la dueña de la compañía Minera Diputada de las Condes y vendió todas sus acciones a la multinacional de petróleo y minería Exxon.En el contrato de compraventa se estableció que cualquier empresa de propiedad del Estado tendría la posibilidad de ejercer su poder de compra sobre el yacimiento hasta por un 49% de la propiedad. El precio que pagó Exxon correspondió a US$ 90 millones de dólares.

Luego a causa de un diferendo de la empresa multinacional con Estado de Chile por el no pago de impuestos, argumentando pérdidas por US$1800 millones y la mala situación financiera de la compañía, Exxon comenzó un proceso de licitación privada para poner a la venta la Disputada, proceso en el que participó CODELCO.

CODELCO ofertó, US$ 940 millones, Exxon retrucó pidiendo US$1200 millones.Durante las tratativas un alto ejecutivo de Exxon señaló que la minera británica Angloamerican negociaba con la Matriz de Exxon por la Disputada en un valor de US$ 1300 millones.

El ministro de Hacienda de la época, Nicolás Eyzaguirre, no respaldó entregar estos fondos a CODELCO para comprar el yacimiento y así Angloamerican se hizo con La Disputada, aun cuando era conocido el dato que el yacimiento de Andina y los Bronces compartían la misma veta, lo que aseguraba las reservas de cobre.

Posteriormente, CODELCO con Diego Hernández a la cabeza, trataría de ejercer nuevamente la opción de compra, pero en una jugada, Angloamerican vendió al grupo Mitsubishi un porcentaje de participación, dejando la posibilidad del CODELCO de comprar solo hasta el 29,5%, lo que finalmente se concretó.

Otro caso similar es el de El Abra, yacimiento sobre el cual CODELCO ejerció poder de compra y actualmente es dueña del 49%, propiedad que comparte con la multinacional Freeport MacMoRan que ostenta el 51%.

El negocio chino con Gabriela Mistral

CODELCO gestionó un contrato durante el 2004 con una de las más importantes y grandes empresas de commodities y metalurgia como es China Minmetals, un convenio que le aseguraba a la asiática un determinado valor de venta del cobre de CODELCO y ademas le permitía ejercer un poder de compra sobre el yacimiento de Gabriela Mistral.

El negocio no resultó ser muy conveniente para CODELCO, ya que parte de lo que produjera la Corporación 150 mil toneladas solo podría contabilizar como propias la mitad y por otra parte estaba obligado a venderlo al conglomerado asiático.

Ello sin contar con la opción de compra que tendría Minmetals sobre el yacimiento de Gabriela Mistral.

Ante la oposición de los sindicatos de trabajadores y supervisores de la Corporación y al levantar el argumento de la privatización de un yacimiento que debía ser de propiedad del Estado ante la opinión pública, la empresa china desistió de ejercer la propiedad.

Sin embargo, lo hizo a cambio de que CODELCO entregase el saber hacer que tiene en minería y los nuevos mercados en los que estaría interesado en abrir MinMetals, como ganar mayor presencia en Brasil y explorar Ecuador como destino minero.

Asimismo, otra de las razones fueron las ventas de cobre a futuro, cuestión que no terminaría muy bien tampoco para la empresa, ya que se registrarían pérdidas al considerar un precio estimado del cobre vendido a futuro muy bajo, que empalmó luego con un ciclo de precios altos: una falta de olfato en el negocio o un muy buen negocio para MinMetals.

Escondida era del Estado

Otro de los yacimientos que estaba en manos del Estado de Chile era el de Escondida. La compañía minera Anaconda era dueña de la Escondida hasta que llegó el proceso de Nacionalización. CODELCO pagó las patentes de amparo que le daban derechos sobre Escondida hasta 1975 y por algún motivo dejo de pagar estas patentes, lo que facultó a intereses privados, amparados por las concesiones mineras que permitió la dictadura de Pinochet para incentivar la inversión extranjera.

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